
… Aquel teatro fue una corrala situada en Madrid, y allí se presentó en 1821 una compañía de perros sapientes, famosa por sus éxitos frente a las familias reales de toda Europa. La puesta en escena se dividía en varios actos y, según avisa la prensa de aquellos años, sucedía así: «…Malbruck hace rodar una carretilla, le sigue un abogado y un desertor arcabuceado… Un oficial atiende el perdón para el desertor, al que sigue un carro fúnebre. 2º Acto. Perros que caminan con dos pies, o dos manos. Un cachorro de tres meses es un volteador que gira sobre su cabeza… Luego representan el mundo al revés con cuatro perros. Madama Plateu mueve un torno de hilar, hace la reverencia al auditorio y se retira. Luego llega la peripecia de saltar a la cuerda, otros bailan una contradanza… En el acto 3º, Tobi, el perro inteligente, deletrea en cuatro idiomas diferentes, otro perro distingue todos los colores y otro más jugará al dominó correctamente y retará a cualquier persona ‘elegida’ entre el público.» Y el acto 4º finalizaba con el famoso perro encendido, que llegaba desde lejanas tierras, Rusia, y que ascendía en una especie de ‘algo’, rodeado de fuegos artificiales, y que luego descendía vertiginosamente, según se fueran apagando aquellos ‘fuegos’.

Condiciones y traslado de ‘perros sabios’ para circos, teatros y espectáculos diversos