Voltaire, Kepler y las comparaciones

«Ese hombre (Johannes Kepler) posee una naturaleza que se asemeja en todo a la del perro. Tiene el aspecto de un perrito faldero… Le aburre la conversación, pero recibe a los invitados con la misma alegría que un perrito. Sin embargo, cuando se le quita algo, se pone hecho una fiera y gruñe. Pero sigue con tesón a los malos; es decir, les ladra. Es malvado y muerde a la gente con sus sarcasmos. Odia a muchísima gente, pero a sus amos les gusta… Su imprudencia no conoce límites.» Esta descripción la atribuyen a Voltaire, pero en realidad fue extraída del diario de Kepler: That man has in every way a dog-like nature. His appearance is that of a little lap dog. . . . He liked gnawing bones and dry crusts of bread…» El término alemán de Tagebuch, es decir, «diario», fue utilizado por primera vez por Johannes Kepler en 1613 y, según expertos científicos, le estuvo ladrando a un árbol incorrecto, o acaso a una luna equivocada en varias ocasiones. En 1605 consideró que la corona que se observaba durante un eclipse podría deberse a una atmósfera alrededor de la Luna que dispersaba la luz solar. Con el tiempo, y gracias a sus percepciones, los científicos se dieron cuenta de que la corona rodeaba al Sol y no a la Luna. Y así, algunas imprecisiones más que nada aportan al símil del perro falderillo, o del halda.

Ver interesante blog Lost in the footnotes, científicos y perros, y otras notas inquietantes.


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