
«… Quién sabe qué almas duermen en lo profundo de estas bestias que despreciamos, más tontas que ellas… Puedo contártelo a ti, que eres un místico. Una aventura muy extraña nos sucedió con este perro. Mi esposa y yo entramos al cementerio y cerramos con cuidado la puerta de «Pan Perdu». Ahora bien, cuál fue nuestro asombro cuando, al llegar cerca de la tumba de mi padre, encontramos a «Pan Perdu», que inexplicablemente nos había precedido y que lloraba en suaves ladridos sus sollozos de perro…» (Extracto de entrevista a Frederic Mistral, realizada por Jules Bois en 1895 y recuperada por Jean Provencher).
Pan Perdu, este mesticillo vagabundo que adoptó al poeta, tendrá como descendencia a un pequeño terrier veteado al que llamaron Pan Panet, también presente en la tumba del poeta Mistral.
