En Cuatro diablos (1928, filme dirigido por Murnau, un grupo de niños huérfanos son adoptados por un payaso (J. Farrell MacDonald); hay escenas de los trapecistas The four Cordonas (los primeros que realizaron el triple salto mortal), hay una aristócrata adúltera (Mary Duncan), más su esposo y el perro que les acompaña, el caniche negro Poodle. De este filme perdido, por el momento, queda referencia del guión, y de la novela que lo origina, De fire djaevle, de Herman Bang. Se sabe que fue una versión muy personal de Murnau y que contempló cuatro finales diferentes, cada cual más trágico. Recientemente se ha realizado una reconstrucción, más poética que exhaustiva, haciendo uso de fotografías de rodaje localizadas en archivos, extractos de aquel guión y storyboard con los que ha sido posible aproximar cierta esencia natural de lo que fue aquella diablura sonora de 1928.