
En un domicilio de Harlesden el alguacil Cecil Brodrick describió la espeluznante visión de 24 pomeranos muertos, y otros en un estado lamentable de inanición. Dio testimonio el veterinario William Cawthorn, que se llevó a cuatro supervivientes. En todas las habitaciones, intentando escapar por las ventanas, o sencillamente dejándose morir a la entrada, junto al paragüero, había esqueletos y cuerpecillos imposibles ya de identificar. Por lo visto, la señorita Dorothy era cuidadora de ejemplares para exposiciones caninas desde hacía siete años, y sería arrestada en 1914. Tardó mucho en ser detectada. Si se revisan las hemerotecas de Gran Bretaña, en 1901 ya lastimó a muchos perros, haciéndose pasar por estudiante de veterinaria; asesinó a cuatro, y otros siete fueron localizados en un terraplén, en Hyde, según el inspector Poeoek. Lo que sucedió a partir de ese 1901, será narrado poco a poco. En progresión.

Ver también el suceso de Juliet Tuttle.
Sí. Niño y perro igualmente encerrados. Es un blog fantástico. Gracias.
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