
Los once experimentos, cuyas condiciones y resultados esenciales se recogen en…, se llevaron a cabo en perros cuya médula espinal dorsal, lumbar y sacra había sido destruida bajo anestesia con cloralosa, según la técnica desarrollada por Henri Hermann, G. Morin y J. Vial… Se inyectó, en solución acuosa de sodio, en los músculos de una pata trasera y se determinó periódicamente la temperatura del animal leyendo un termómetro rectal antes de la inyección y desde la inyección hasta la muerte, al mismo tiempo que se registraba periódicamente la frecuencia respiratoria. Los primeros 2 experimentos incluyeron el registro de la presión carotídea.. Como el calco obtenido no mostró ningún incidente tipográfico interesante, nos contentamos posteriormente con evaluar la presión media dinámica puncionando la arteria femoral antes de inyectar la solución… Se controlaron las variaciones de azúcar en sangre, evaluadas mediante el método de Hagedorn-Jensen, en 5 perros. Finalmente, cabe destacar que siempre se registró la temperatura de la habitación donde se realizaron los experimentos… Los experimentos del 6 de febrero y del 13 de 1940 se realizaron íntegramente el mismo día. El resumen del protocolo del primero especifica las condiciones: 6 de febrero a las. 8 a.m. 30, dos perros están heloralojados. Uno servirá de testigo; la médula del otro fue destruida, sin incidentes que reportar, entre las 9 a.m… Los dos animales se dejan, sin ningún dispositivo especial de calentamiento para el operado, a la temperatura del laboratorio, que es de 28°; a las 15 horas, cada animal, bajo control de quimografía y neumografía, recibe una inyección de 2 centgr. de dinitrofenol por kg. en los músculos posteriores del muslo. La temperatura rectal del control es entonces de 38°5 y la de su congénere mielado se reduce a 31°5. El testigo no tardó en reaccionar con la típica hipertermia con polipnea y el termómetro marcaba 44°5, cuando la muerte se produjo 2 horas después. 45 después de la inyección. En cuanto al perro «sin médula», su temperatura rectal continúa bajando durante 30 minutos, luego sube ligeramente y muere aproximadamente en 3 horas, presentando una ligera aceleración respiratoria y una temperatura rectal de 33°5, es decir sin hipertermia… En el experimento del 13 de febrero de 1940, realizado del mismo modo, pero a 20°, en un perro control y en un perro con cloralosa extemporáneamente mielada, la inyección no impidió que la temperatura rectal de este último descendiera regularmente hasta la muerte y el “hiperchermizing”. El efecto no fue reportado de ninguna manera… Por lo tanto, para eliminar la influencia de la cloralosis y el colapso que sigue inmediatamente a la mutilación del neuroeje, resolvimos realizar los experimentos en dos etapas, destruyendo asépticamente la médula y procediendo, al día siguiente, a la administración del hipertérmico.» (en Journal de physiologie et de pathologie générale, París, 1941)