Casi invisibles

Ambas miradas, en una sola conexión, son continuidad

Apareció este evanescente dibujo en el New Yorker, en julio de 1954, firmado por Saul Steinberg.   De ascendencia rumana, decía ser un escritor que dibujaba y fue muy respetado por Le Corbusier, Picasso, y fotógrafos y diseñadores. Hay en sus dibujos una especie de Más Allá, a la vez que Saúl simplifica, ordena y reordena hasta condensar una imagen real; escrita y dibujada en su laberinto.

Preludio
Ese batir esperanzado.
The New Yorker, 1956

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