
Es un reto averiguar qué hace ahí este cachorro de pug, de nombre Siegfried, sobre una especie de butaca de fumador, tan aislado y tan sin halda… Teniendo en cuenta lo cáustico que era el pintor alemán Thomas, nada en él era casual ni pasivo ni sin dobleces. Muy polémica fue su caricatura mostrando y ridiculizando a un pusilánime Siegfried Wagner (hijo de Richard Wagner), intentado rivalizar con la poderosa máquina instrumental de Richard Strauss. Así que ahí, en lo musical, puede estar la diatriba. Siegfried Wagner fue nombrado en 1921 director del festival de Bayreuth, y acaso esta esmerada pintura, con esa butaca color ‘red velvet’ (habitual en tapicerías y telones de los teatros) le esté diciendo a Siegfried (con respecto a la dirección del festival): ¡Demasiada silla para tan poco perro!
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