Mopsikins y Sapphire

El filólogo Justo Lipsio (1547-1606, que para algunos fue un docto y para otros un plagiario), durante su estancia y clases en la universidad de Lovaina, desplegaba y colocaba en las paredes de su estudio y alrededor, los dibujos de sus perros más queridos, Mopsikins y Sapphire. De uno de ellos se cuenta que: «…Era de raza inglesa tan bien enseñado, que iba al matadero, pasaba delante de todos los compradores, tomaba la carne en una esportilla donde venía ya el importe, y volvíase a su casa derechamente, sin que nadie pudiera detenerlo», referido esto por Plutarco. Además de ser Lipsio un enamorado de los tulipanes, en su Epistolario[1] avisa: «…Porque los perros son porteros, y los antiguos llamaban porteros a los perros…»


[1] Epistolario de Justo Lipsio y los españoles, 1577-1606 (de Ramírez Alejandro; Madrid, 1966), reúne correspondencia de finales XVI y príncipios del XVII, como indica el título. Existe versión de 1925, titulada La correspondencia de justo Lipsio con los humanistas españoles (de A. Ramírez)1


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