¿Inconcluso o terminado?

Del pintor Anton Raphael Mengs, de 1775.
Óleo de Mariana de Silva y Sarmiento, duquesa de Huescar (1740-1794)

Este lienzo de Mariana Sarmiento ha generado muchas discusiones y polémicas desde el foro público del museo Metropolitan.

Hay que dejar que las fechas hablen e incluso que ladren. Dieciocho años antes… «El 2 de febrero de 1757 (la aquí retratada) contrajo matrimonio con Francisco de Paula de Silva Álvarez de Toledo, X duque de Huéscar, XIII conde de Oropesa y XII de Alcaudete. De este enlace nacería la que sería su única hija, María del Pilar Teresa Cayetana de Silva-Álvarez de Toledo, en 1762.» Y comienza lo inconcluso… «Enviudó (Mariana) del duque de Huéscar, y en 1775 y se prometió con José María Pignatelli de Aragón Gonzaga, III duque de Solferino, pero su muerte repentina truncó la boda…» Este sin igual número de fechas y noblezas, con inusuales percances dramáticos, aportan al retrato (sin que luzca luto externo) un razonamiento simbólico. Es posible… La llave en su mano derecha, junto al falderillo, es dueña de su destino, de su riqueza y pertenecías…; el anillo vacío que muestra con la izquierda es una puerta que cierra su pasado, y se abre a un futuro prometedor. Y el falderillo, inmutable, parece estar observando, desde el halda, lo que sea qué esté por venir; casi premonitorio, lo único cierto es que, aún sin estar dibujado, ocupa su lugar. Y ella, aún sin rostro, no deja de observar…

En 1766, Mariana fue nombrada académica de la Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid y fue socia de la Academia Imperial de San Petersburgo.


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