Una cosa que nos pone nerviosos

Actriz Roberta Gale, en 1931, junto a un cachorro regalo de un agradecido admirador durante el descanso de un rodaje en la playa Santa Mónica, para la productora Radio Puctures

En 1931, la revista Films selectos, destacaba la brusquedad con la que eran cortadas o finalizaban, abruptamente, interesantes escenas en los noticiarios. Carreras de caballos sin ganador alguno, un aparato de volar que nunca se ve aterrizar… «¡Zàs!, se nos corta otra vez la escena y se nos deja impunemente con el ánimo en suspenso.» O un desfile, un animal amaestrado —un mono, un perro, un elefante—… «Cuando más distraídos estamos, ¡zas!, desaparece en la sombra el animalito sin dejarnos ver cómo termina su habilidad.» Este editorial lo redactaba, bastante indignado, el señor Lorenzo Conde, habitual de este semanario que salía en España cada sábado al precio de 30 céntimos, dirigido por Tomàs G. Larraya.


Deja un comentario