Generosos con las amapolas

«…En 1934 se realizó una conmemoración por los veinte años del inicio de la Gran Guerra, en el War Memorial de Bristol. Las autoridades pidieron a los asistentes llevar a sus perros bajo control, bien atados, e impedir que ladraran; si se era motociclista, se debía apagar el motor durante los cinco minutos de silencio. Y a todos los ciudadanos allí congregados se les pidió “que fueran generosos con las amapolas”.

Ahora podría insistirse sobre lo mismo a quienes deciden qué es parque o qué es lodazal, qué entra y qué queda fuera de las miopías: que sean generosos con nuestras amapolas.»

Fuente: eldiario.es / El caballo de Nietsche – Karin Taylhardat


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