Rafael Barrett, en sucesivas miradas

Desde el retrato de Rafael Barrett, en 1910, año en el que el escritor publicó Moralidades actuales, superpuesto a Pilu, el terrier actor más famoso durante décadas, inmortalizado el mismo año por el pintor John Charlton. Ambos en una mirada.

«…El perro es incluso religioso. Su Dios es el Hombre… Mientras no poseí más que mi catre y mis libros, fui feliz. Ahora poseo nueve gallinas y un gallo, y mi alma está perturbada… El perro ha sido nuestro camarada en los malos días, nuestro aliado contra el exterior hostil, cuando nos refugiábamos en cavernas y vivíamos de la caza. Esta larga cohabitación, sin embargo, no explica del todo la profunda correspondencia entre el alma humana y el alma canina… El gato es el amigo de los artistas y de los teólogos porque es raro, fantástico y bello; el perro es el amigo de las buenas gentes porque es honrado y familiar. Tan habituados estamos a la sublime mirada del perro, que se necesita un momento de reflexión para darse cuenta de lo maravilloso del fenómeno. En esos ojos de absoluta transparencia encontramos la seguridad de que hay en el universo un ser que siente con el hombre. Los demás ojos, ojos de bestias, ojos de flores, ojos de astros, conservan su misterio impenetrable…» (R. Barrett)

Acceder también al relato “El perro”, de Rafael Barrett, lectura en línea de este autor considerado un «joven bohemio español que, tras enemistarse con la alta sociedad madrileña, tuvo que exiliarse a Paraguay (hacia 1904). Allí se reveló como un destacado militante anarquista que defendió los derechos de los trabajadores, una lucha que continuó su nieta Soledad Barrett, guerrillera en Brasil.» (Eduardo Bravo)


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