
«En la época de trotamundos por los Estados Unidos, tanto Irene como Vernon Castle recordaban, en sus vivencias de anécdotas caninas, a la ‘indomable’ señora Mary Anne Stuyvesant Fish (Mamie Fish), la reina de los chistes, inseparable de su caniche Toto, que lucía un collar tachonado de diamantes por valor de quince mil dólares de entonces, además de mostrar una impecable peluquería y una perfecta manicura… Irene recordaba, en su despegue artístico, un banquete que se dio en honor al pomerania Mighty Atom el día que cumplió tres años en 1904… Los invitados llegaron a la casa Lehr y fueron recibidos en el porche, con mesas dispuestas y adornadas para los canes y los invitados… Los regalos para el pomerania ascendieron a veinticinco mil dólares; la preparación de la fiesta, a unos cincuenta mil… Eran excentricidades con las que los Fish rivalizaban con los Lehr para evidenciar quién era capaz de afrontar el dispendio más escandaloso; la otra cara del mundo, mediando veinte diminutos perros.» (en Perrillos del halda)