
Lienzo de John Constable. «La aldea de Glebe». 1827. En la Galería Tate (Londres). «…La factoría aún existe, pero la iglesia está en realidad un poco más lejos. El contexto del paisaje fue oportunamente alterado por el artista de forma que incluyese todos los elementos del pueblo que le eran más gratos…» Del niño pastor que bebe del arroyuelo, ni una palabra… Y del perrillo pastor, que ocupa el centro, la visual, y su atención concentrada ante posibles peligros o descarríos…, menos que nada. Eso sí, los paisajes de Constable fueron la lírica anticipación, y antesala, del ‘plein air’ de los impresionistas.