
Realizada con cámara, este daguerrotipo se tomó en 1826, y se tituló «Caniche con lazo en la mesa», siendo el fotógrafo un misterio. En cierto sentido, es una proeza, pues ese sistema necesitaba una exposición muy prolongada para que el positivo directo quedara sobre la placa de nitrato. Es decir, la caniche debía de estar inmóvil por completo, aunque lo que sí parece advertirse, en su quietud, es que es muy mayor y acaso esté enferma, de ahí su laxitud. Pudo verse este considerado «primer retrato de un perro» en el año 2012, en la galería de arte Kennel Club en Mayfair (Londres), cuando se celebró una exposición de fotografías antiguas de perros, y fue adquirida, en el año 2009, a través de la casa Sotheby’s, por 8.125 dólares.