Del Halda ilustrados

Los perros gimnastas eran dos, un hábil setter negro y una bichon maltés, o un caniche miniatura (según), que contrastaban en los saltos y equilibrios (el fuerte que sostiene y el liviano que actúa ser la habilidad y agilidad reunidas). Trabajaban todas las noches para el teatro de variedades Folies Bergier, en la calle Roche de París. Iban acompañados del dueño de su existencia, una especie de juglar animoso y escéptico, que funcionaba como ‘meter du escene’, conocido como Mr. Gordon. Triunfaron y asombraron al público entre 1874 a 1876, y luego se disolvieron, acaso para cambiar de actuación , o de aspecto, o de lugar.